NUECES DE JABÓN DEL HIMALAYA
Las nueces de jabón se han utilizado durante cientos de años en la India para lavar sedas y lanas delicadas.
Son el fruto seco del árbol Reetha y contienen una sustancia natural llamada saponina que tiene la capacidad de limpiar y lavar.
Nuestras nueces de jabón del Himalaya se recolectan en las frescas y elevadas altitudes del Himalaya y se secan al sol de forma natural.
Las nueces de jabón se pueden usar para limpiar básicamente todo, desde ropa, joyas, como limpiador doméstico, repelente de insectos y más.
Las nueces de jabón no producen alergias y son buenas para los bebés, las personas con eczema y piel sensible, y, al no contener químicos, son especialmente buenas para lavar la ropa de los niños.
Es un limpiador eficaz y suave que dejará tu ropa fresca y limpia.
INSTRUCCIONES DE USO:
Coloque de 6 a 8 medias conchas o su equivalente en trozos en una bolsa de algodón y colóquela en la lavadora.
Si quieres que tu ropa esté perfumada, añade unas gotas de aceite esencial en el cajón del suavizante.
Puedes hacer de 4 a 6 cargas consecutivas de un lote de nueces de jabón.
Otras sugerencias: puedes hacer un jabón líquido hirviendo un par de cáscaras en agua, después de enfriar las nueces de jabón se pueden tamizar o mezclar hasta formar una pasta.
El jabón líquido es un excelente champú para mascotas para eliminar parásitos del pelaje y la piel dejándola suave y limpia.
Nueces de jabón Se puede utilizar para lavar y desinfectar verduras.
(Embalaje de 400 gramos)
En un entorno urbano cada vez más contaminado, donde el agua, el aire y los alimentos están contaminados, mantenerse sano se ha convertido en un verdadero desafío. Nuestra creciente población urbana está empezando a mostrar signos del daño que están causando los rápidos cambios en los estilos de vida, la mala alimentación y la falta de ejercicio. Cuando los alimentos que comemos están contaminados, llevamos esa contaminación en nuestros cuerpos; parte de ella permanece allí, se acumula y acaba provocando enfermedades. La obesidad, la diabetes y las enfermedades cardíacas están en aumento.
Nuestros niños son especialmente vulnerables a los peligros de las toxinas agrícolas, ya que consumen un porcentaje mayor en relación con su tamaño. El niño medio recibe cuatro veces más exposición a al menos ocho pesticidas cancerígenos de uso generalizado que se encuentran en los alimentos que el adulto medio.